El Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) informó este viernes 26 de junio que el personal de la institución está brindando asistencia médica a los refugiados mexicanos que se encuentran en el área de Cuilco, departamento de Huehuetenango, como parte de las acciones de solidaridad con las familias que huyen de la violencia.
Son aproximadamente 312 habitantes del país vecino que permanecen en albergues habilitados en comunidades fronterizas, a donde el equipo del Centro de Atención Integral Materno Infantil (CAIMI) se ha hecho presente.
“Se ofrecen consultas, medicamentos y charlas informativas para cuidar la salud de los refugiados. También se han implementado estrategias con el objetivo de mantener la convivencia y la higiene, garantizando un ambiente seguro y saludable”, destacó la cartera.
Situación de los mexicanos refugiados en Guatemala
Un total de 217 mexicanos del sureño estado de Chiapas permanecen refugiados en una pequeña comunidad fronteriza de Guatemala, en medio de una carretera de tierra entre montañas, tras huir de su país por los carteles del narcotráfico que se disputan el control del territorio.
«Salimos el 23 de julio porque hay balaceras todo el día en la comunidad. Salimos corriendo y dejamos nuestras casas, siembras y animales», contó a EFE uno de los refugiados, que pidió el anonimato, aunque detalló que dejó el municipio de Amatenango, en Chiapas.
Los mexicanos se encuentran en una comunidad denominada Ampliación Nueva Reforma, en el municipio de Santa Eulalia, del departamento de Huehuetenango, unos 350 kilómetros al noroeste de la Ciudad de Guatemala.
@emisorasunidas897 Guatemala se prepara para acoger a familias que huyen de la violencia en Chiapas, México. . . #Chiapas #Mexico #Huehuetenango #Migrantes #MigracionForzada #Guatemala #asilo ♬ sonido original – Emisoras Unidas
Hasta el momento al menos 217 mexicanos, entre ancianos, mujeres y niños, cruzaron la frontera y se refugiaron en la comunidad guatemalteca de Ampliación Nueva Reforma, entre las montañas que dividen a ambas naciones.
«Nuestro Gobierno nunca hizo nada. Tenemos cuatro años con este problema y ahora tuvimos que salir corriendo porque los balazos llegaban a mi casa», explicó otro de los ciudadanos mexicanos refugiados.
De acuerdo con las familias afectadas, el temor aumentó cuando los grupos criminales comenzaron a reclutar a jóvenes de las comunidades y por ello han pedido a las autoridades mexicanas que «tomen control» de la zona para poder volver a sus hogares.
Desde hace más de un año, Chiapas se convirtió en un campo de batalla entre los carteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación para tomar control de las rutas de drogas y migrantes, de acuerdo con las autoridades mexicanas.