El Mayor de Bomberos Municipales, Héctor Chacón Cuellar, a sus 76 años continúa con la recepción de donaciones de juguetes para llevar sonrisas a alrededor de 400 niños y niñas de escasos recursos del asentamiento, Jesús de la Buena Esperanza, ubicado bajo el puente Las Vacas.
La actividad está programada para el sábado 17 de diciembre por lo que el Mayor Chacón espera que se puedan recaudar más juguetes entre nuevos y en perfecto estado.
Con más de cinco décadas como miembro de los Bomberos Municipales, solamente en 2020 no realizó esta loable actividad debido a su responsabilidad con el sentido del trabajo que realiza y con ello evitar un foco de contagios de Covid-19 por aglomeraciones.
#AHORA A sus 76 años, el Mayor de @bomberosmuni, Héctor Chacón, continúa con la recepción de donaciones de juguetes para llevar sonrisas a alrededor de 400 niños de escasos recursos del asentamiento Jesús de la Buena Esperanza, ubicado bajo el puente Las Vacas | Vía @EBercian_PN pic.twitter.com/HLb0gFHCXi
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Altruismo por décadas
Este año el Mayor Chacón cumple 25 años de llevar sonrisas a niños de colonias marginales, recuerda que la primera vez que realizó el descenso fue en la Torre del Reformador pero años después quiso llevarlo a los más necesitados.
“Nos dimos cuenta que los niños que estaban en ese sector no era lo que buscábamos, más bien queríamos llegar niños y niñas de escasos recursos, esos chiquillos merecen lo mejor” finalizó.
#AHORA Este año, el Mayor Chacón cumple 25 años de llevar sonrisas a niños de colonias marginales. La actividad está programada para el sábado 17 de diciembre, por lo que Chacón espera que se puedan recaudar más juguetes, entre nuevos y en perfecto estado | Vía @EBercian_PN pic.twitter.com/TOOo03vac1
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“Lo que hice fue cambiar de puente, por decirlo de alguna manera. Estuve primero en la Torre del Reformador, después descendiendo de un helicóptero en el Parque La Democracia, pero ahí la aeronave levantaba mucho polvo y no era bueno por los niños. Luego en el puente El Incienso, pero había mucha dificultad porque prácticamente caía sobre las casas. Así que no tenía mucha opción”, comentó.
El lugar donde más le agradó y finalmente donde más veces lo realizó es en el puente del ferrocarril, Las Vacas. Para descender en los asentamientos que están abajo que son Jesús de la Buena Esperanza, el más grande, y los aledaños.