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La Fiscalía de Delitos contra Periodistas del Ministerio Público (MP) registró 59 denuncias desde enero hasta finales de noviembre de este año, según registros oficiales.

La unidad también registró 63 solicitudes de medidas de protección y ha presentado diez acusaciones.

La Fiscalía de Delitos Contra Periodistas fue creada recientemente, comenzando a funcionar a partir de diciembre de 2019 con el fin de «fortalecer» y «garantizar» el derecho a la libre expresión de la prensa.  Para ese momento ya habían registradas casi 400 denuncias por ataques al gremio en los cuatro años anteriores.

Solo en 2019, ingresaron 109 denuncias por amenazas, coacción, lesiones leves, robo agravado, hurto, robo de equipo de terminal móvil, abuso de autoridad entre otros delitos, según registros del Sistema Informático de Control de la Investigación del Ministerio Público (SICOMP).

Mayor desafío para el periodismo comunitario

«Hemos percibido que se ha ido agravando el sector de seguridad, pero también de negación a acceso a la información. No hay consciencia entre los funcionarios en su obligación de dar información pública en general, pero más en el caso de los periodistas», indicó Ruth del Valle, defensora de las Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas.

Intolerancia, ataques y descalificación, son varios de los reportes que registró la defensoría este año, donde resaltan las denuncias a periodistas comunitarios. «Son atacados o denunciados por dar a conocer noticias, un caso conocido es el de Anastasia Mejía», afirmó la funcionaria.

«No hay una comprensión sobre el papel de los periodistas, y eso representa un inconveniente para la consolidación de la democracia», añadió del Valle.

Organización presentan informe

Un estudio que contó con la participación de más de 100 periodistas, presentado en octubre pasado por Confirmado, identificó que el 85.7%  de los periodistas encuestados han recibido ataques en internet relacionados a su trabajo, posteriormente a publicar sobre casos de corrupción.

Entre los hallazgos más importantes se destaca que los periodistas de Guatemala están expuestos a dos tipos de ataques: acoso, que puede ser sistemático u ocasional; y campañas de desprestigio, con recursos asignados y narrativa establecida.

Las campañas de desprestigio se difunden en Telegram, WhatsApp, Youtube y Redes Sociales. En algunos casos se ha detectado pauta en Twitter y/o Facebook.