Como una forma de encaminarse hacia la normalidad, cuando se logre el control de la pandemia, varios países están trabajando en desarrollar “pasaportes de inmunidad”, los cuales garantizarían que una persona ha sido vacunada y podría tener más libertad para reunirse en lugares públicos y viajar.
La idea es que, una vez que la vacuna esté ampliamente disponible, el pasaporte se emitirá a las personas que hayan sido vacunadas para permitirles moverse con mayor libertad, tanto a nivel local como global, al permitir el acceso a restaurantes interiores, cines y viajes internacionales.
Aunque este posible pasaporte aún está en la etapa de especulación, la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA, en inglés) –que representa a 290 aerolíneas en todo el mundo– señaló a finales de 2020 que se encontraba en las etapas finales del desarrollo de un pasaporte de vacuna digital para viajeros. El IATA Travel Pass permitiría a los viajeros compartir su estado de vacunación y los resultados de la prueba de Covid-19 con las aerolíneas y las autoridades fronterizas, a través de una aplicación de pasaporte sin contacto.
“Este es el camino del futuro y los pasaportes de inmunidad que incluyen detalles sobre la misma y el estado de las pruebas están por llegar”, dijo a Publinews Internacional Adrian Esterman, profesor de Bioestadística y Epidemiología en la Facultad de Ciencias Clínicas y de la Salud en la Universidad de Australia del Sur, Australia, quien asegura que el desarrollo de estos tipos de pasaportes llegará muy pronto. “Organizaciones como la OMS, la IATA y la Unión Europea ya están experimentando con ellos. Me sorprendería si no se utilizaran a mediados de año”, señaló.
En la actualidad, algunos países ya exigen certificados de vacunación para enfermedades como la poliomielitis y la fiebre amarilla para prevenir la propagación mundial. De hecho, para el profesor Esterman, el único ejemplo de algo similar es “el Certificado Internacional de Vacunación contra la Fiebre Amarilla, que se exige al visitar algunos países africanos y sudamericanos”.
“Si alguien ha sido vacunado o se ha recuperado de una infección por Covid-19, entonces representa un riesgo muy bajo de transmisión de la enfermedad. Sin embargo, la vacunación no significa que alguien no sea infeccioso. Por lo tanto, la combinación de la vacunación con las pruebas de PCR previas a la salida y las pruebas rápidas de antígenos a la llegada minimiza el riesgo”, finaliza.
3 PREGUNTAS A…
Ilan Kelman
Profesor de desastres y salud en la University College London, en Reino Unido
¿Cómo funcionarán los pasaportes de inmunidad y qué ejemplos similares existen?
—El documento probaría la vacunación o la recuperación de la infección, más que la inmunidad, porque no sabemos cuánto tiempo dura la inmunidad después de la vacunación o de haber sobrevivido al Covid-19. Una cuestión pendiente es: ¿Qué vacunas contarían como “prueba de vacunación”? Los pases relacionados con el nuevo coronavirus ya se están probando, aunque los pasaportes sanitarios no son nuevos. Muchos países han exigido durante mucho tiempo una prueba de vacunación contra la fiebre amarilla o la poliomielitis para poder entrar, especialmente si se llega de un lugar donde estas enfermedades son comunes. Anteriormente, uno de los factores para erradicar con éxito la viruela era la prueba de vacunación para viajar internacionalmente.
¿Cómo contribuyen al control de la pandemia?
—Estos pasaportes contribuyen al control de la pandemia al reducir sustancialmente el número de personas potencialmente infectadas que viajan. Ninguna vacuna y ninguna infección previa pueden ser totalmente eficaces contra una nueva infección, pero sabemos que si solo se mezclan personas vacunadas, como en un avión, la enfermedad tiene pocas posibilidades de propagarse y matar a la gente. En el caso de las personas vacunadas e infectadas, si todos los que les rodean están vacunados, entonces todos tienen una probabilidad mucho menor de enfermar gravemente, independientemente de la transmisión y la infección. Esto ayuda al control de la pandemia y a nuestros trabajadores sanitarios.
¿Cómo se controlarán los intentos de falsificación de este tipo de pasaportes o documentos?
—Los documentos pueden ser falsificados o robados y los solicitantes pueden ser estafados. Es necesario encontrar un equilibrio entre los costes de la seguridad de la información y los documentos y las consecuencias de una falsificación, un robo o una estafa con éxito. Los pasaportes de los países contienen numerosas medidas de seguridad, pero son costosos y aún así pueden ser falsificados o robados, mientras que los solicitantes pueden ser estafados. Es necesario tomar decisiones sobre la seguridad del pasaporte de vacunación, la protección general de los datos, quién paga el pasaporte y quién es responsable de comprobar el pasaporte antes y después del viaje internacional (como ocurre con los nacionales).
Tres ejemplos de “pasaportes de inmunidad” que están en desarrollo
Dinamarca. A principios de 2021, el Ministerio de Salud y Ancianos del país anunció que está trabajando en un “pasaporte de vacuna” para los viajeros daneses, que les servirá para viajar a los países donde la vacunación es obligatoria para ingresar.
Estonia. A finales de 2020 el gobierno del país indicó que estaba probando un “pasaporte de inmunidad digital” para rastrear a aquellos que se habían recuperado del Covid-19 y obtuvieron algo de inmunidad. Sin embargo, aún quedaban dudas sobre si las personas permanecen protegidas o durante cuánto tiempo.
La Organización Mundial de la Salud dijo el año pasado que estaba trabajando en un certificado de vacunación electrónico, una versión digital de los folletos de vacunas amarillas que se utilizan en muchos países.
*Con información de Publinews Internacional