La conmemoración de este Domingo de Ramos sigue viviente entre los fieles, aunque por segundo año es marcada debido a la pandemia de la COVID-19.
Esta mañana, en la Rectoría de San Miguel de Capuchinas se realizaron las actividades a puerta cerrada. Hubo quema de pólvora y un concierto de Marchas Festivas, seguido de la Santa Eucaristía.
Hace un año, la primera ola de la pandemia de covid-19 forzó la primera Semana Santa en un ambiente inusual. Este es el segundo año en que no sale en recorrido el cortejo procesional con la imagen de Jesús Nazareno de las Palmas, de la Iglesia San Miguel de Capuchinas, más conocida como La Burriquita.
No obstante, hay espacio para su veneración y los devotos formados en fila esperan su turno para ingresar a la Rectoría.
Domingo de Ramos, expresión de fe
«A pesar de que no están nuestras procesiones, estamos compartiendo. Felices porque podemos tener acercamiento con nuestras imágenes y pedirle a Dios que nos cuide y siga bendiciendo nuestro país», expresó una devota, durante una transmisión en Facebook.
«A pesar de todo tenemos muchas cosas buenas, sobre todo su gente, la gente del pueblo», continúo.
Las plataformas digitales se han vuelto aliadas en estas fechas, aproximando a los fieles a nueva formas para las tradicionales conmemoraciones que caracterizan la Semana Santa.
«Me siento tranquila y feliz porque a pesar de lo que estamos viviendo, hemos tenido la bendición de tener distintas formas de vivir nuestra Cuaresma y Semana Santa. Nuestra fe va a continuar», aseguró otra devota, a la espera de su ingreso.
Los tradicional procesión de los fieles portando ramos de olivo fue cancelada para cumplir con las normas debido a la pandemia, pero estos no hicieron falta.
Los ramos fueron visibles en las calles cercanas a la Rectoría, así como en las puertas y ventanas de las casas.