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Este 14 de julio de 2024 marca una fecha histórica en el calendario futbolístico con la final de la Eurocopa 2024 entre España e Inglaterra. El Estadio Olímpico de Berlín se convierte en el epicentro de las emociones, no solo dentro del campo, sino también en las calles y graderíos, donde la marea de aficionados juega su propio partido.

Desde hace días, Berlín ha sido testigo de una invasión de aficionados ingleses que han teñido la ciudad con los colores de su bandera. Según reportes de diversos medios, cerca de 50,000 seguidores de Inglaterra han viajado hasta la capital alemana para apoyar a su selección en esta crucial final. En comparación, los aficionados españoles presentes en Berlín suman alrededor de 12,000, lo que refleja una clara superioridad numérica de los ingleses.

Inglaterra gana en afición, pero ¿ganarán en futbol?

Los aficionados ingleses, conocidos por su fervor y pasión inigualable, han tomado las calles de Berlín en los días previos al partido. Los cánticos, banderas y el inconfundible ambiente festivo han creado una atmósfera de celebración que se siente en cada rincón de la ciudad. Esta presencia masiva no solo muestra el entusiasmo de los ingleses, sino también su esperanza de ver a su equipo levantar su primer trofeo de la Eurocopa.

Inglaterra llega a esta final con un deseo ardiente de romper una racha de décadas sin ganar un título importante. La última y única vez que los ingleses ganaron un torneo de gran envergadura fue el Mundial de 1966, celebrado en su propio país. La Eurocopa ha sido un título esquivo para ellos, y esta final representa una oportunidad de oro para inscribir su nombre en la lista de campeones europeos.

Aunque en menor número, los aficionados españoles no se quedan atrás en cuanto a pasión y apoyo incondicional a su equipo. España, con tres títulos de la Eurocopa en su haber, busca acabar con la paridad de Alemania y reafirmar su dominio en el fútbol europeo. La última vez que España se coronó campeona fue en 2012, durante una época dorada que también les vio levantar el trofeo en 2008 y el Mundial en 2010.