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El ocaso de la carrera de Toni Kroos se materializó de manera brusca y dolorosa en los cuartos de final de la Eurocopa 2024. En un encuentro marcado por su intensidad y nerviosismo, el elegante centrocampista alemán dijo adiós al fútbol con un gol en el minuto 119 de la prórroga, obra de Mikel Merino para España. El país en el que Kroos alcanzó la cúspide de su carrera fue también el escenario de su despedida, dejando atrás más de una década de brillo con el Bayern Múnich, Real Madrid y la selección alemana.

La Eurocopa, el único título ausente en las vitrinas de Kroos, cerró su telón prematuramente para el fino centrocampista germano. Después de una fase de grupos exitosa, cada partido se convertía en una posible final para el exjugador del Real Madrid. El objetivo de Kroos era claro: devolver la gloria a Alemania. Sin embargo, este sueño no se concretó, y su despedida no pudo ser tan grandiosa como la que vivió con el Real Madrid tras ganar la Liga de Campeones, la Liga y la Supercopa de España.

Kroos, gracias por todo

A pesar del amargo final, Kroos se retiró con el reconocimiento de todos los amantes del fútbol. Durante su paso por la Eurocopa, sus pases precisos y su liderazgo en el campo fueron una constante. Cuatro ciudades alemanas —Múnich, Stuttgart, Frankfurt, Dortmund y de nuevo Stuttgart— fueron testigos de su cuenta regresiva hasta el final. En cada estadio, Kroos dejó una huella imborrable, marcando el ritmo de su equipo con su precisión habitual.

Kroos ha disfrutado de una carrera profesional prácticamente intachable, adornada con 33 títulos entre el Bayern Múnich, el Real Madrid y la selección alemana. Entre sus logros más destacados se encuentran el Mundial de Brasil 2014 y sus seis Ligas de Campeones, cinco de ellas con el Real Madrid y una con el Bayern. Estos éxitos son el cenit de una carrera que comenzó en el Bayern, club del que salió debido a la falta de visión de sus dirigentes.

El centrocampista llegó al Real Madrid en 2014, justo después de ganar el Mundial. Esta unión resultó ser una de las más fructíferas de la historia del club blanco, con Kroos jugando un papel crucial en la conquista de múltiples títulos internacionales. Mientras Kroos brillaba en Madrid, el Bayern lamentaba su partida, considerando su venta uno de los mayores errores en la historia del club.

La carrera de Kroos no estuvo exenta de críticas. Lothar Matthaus, otro mito del fútbol alemán, lo criticó duramente tras la Eurocopa anterior, aunque más tarde reconoció su error al valorar la enorme contribución de Kroos al fútbol. Karl-Heinz Rummenigge, dirigente del Bayern, también subestimó su talento, pero el tiempo ha puesto a Kroos en el lugar que merece como uno de los grandes del fútbol mundial.

El regreso de Kroos a la selección alemana no fue sencillo. Julian Nagelsmann tuvo que convencerlo de que formaría parte de un equipo ganador. Aunque la fase de grupos fue prometedora, en los octavos de final contra Dinamarca, Kroos y su equipo enfrentaron grandes dificultades, superadas apenas por un penalti convertido por Havertz.

España, con un gol de Mikel Merino en el minuto 119 de la prórroga, puso fin al sueño de Kroos de ganar la Eurocopa. El partido comenzó con nerviosismo para el alemán, que cometió faltas sobre Pedri y Lamine Yamal en los primeros minutos. Sin embargo, su desempeño se estabilizó y volvió a mostrar su habitual precisión. A pesar de sus esfuerzos, Alemania no logró superar a España, y el último pitido del árbitro Anthony Taylor marcó el final de una carrera legendaria.

Kroos ahora se retirará a una vida más tranquila en Madrid, lejos del ajetreo del fútbol profesional. Su legado, sin embargo, perdurará, recordado como uno de los maestros del ‘tempo’ en el fútbol moderno, cuya carrera estuvo marcada por la elegancia, precisión y éxito incontestable.