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Este viernes, el Estadio Cuscatlán se convirtió en el epicentro del fútbol internacional al albergar el partido amistoso entre la Selección de El Salvador y el Inter Miami, dirigido por el estratega argentino Gerardo ‘Tata’ Martínez. El espectáculo no solo destacó por el empate 0-0 en el marcador, sino también por la intensidad de la ‘Messimanía‘ que, con el distintivo color rosado del Inter Miami y el celeste de la Selección de Argentina, capturó la atención de los salvadoreños.

Desde tempranas horas, cientos de aficionados se agolparon en las inmediaciones del Estadio Cuscatlán, ansiosos por presenciar el enfrentamiento entre la escuadra local, dirigida por el español David Dóniga, y el equipo estadounidense liderado por el emblemático Lionel Messi. La llegada del Inter Miami provocó una explosión de emociones entre los seguidores locales, creando una atmósfera donde, paradójicamente, el equipo visitante se sintió como en casa.

Messi fue la estrella en El Salvador

La ‘Messimanía’ se hizo evidente a lo largo de los 90 minutos, siendo el nombre de Messi el más coreado por los entusiastas aficionados salvadoreños. Este fervor futbolístico adquirió aún más relevancia en un contexto electoral marcado por la proximidad de los comicios presidenciales del 4 de febrero. En este periodo político, donde el actual presidente Nayib Bukele busca la reelección a pesar de las restricciones constitucionales, el fútbol se convirtió en un escape para muchos, alejándolos por un momento de la intensidad política que caracteriza la coyuntura actual.

A pesar de los altos costos de las entradas, que oscilaron entre los 200 y 475 dólares, la afluencia masiva de seguidores del astro argentino demostró la pasión desenfrenada por el fútbol en El Salvador. Esta inversión, significativa para el salvadoreño promedio con un salario mínimo de poco más de 360 dólares, resalta la devoción de la afición por presenciar eventos internacionales de alto calibre.

El encuentro no solo tuvo un significado emocional para los aficionados, sino que también marcó el inicio de la preparación de la Selección de El Salvador de cara a las eliminatorias rumbo al Mundial de 2026. La escuadra, bajo la dirección de David Dóniga, busca revertir una racha de más de un año sin victorias en juegos oficiales o amistosos. Este desafío deportivo ha llevado a cambios en la dirección técnica, con el español Rubén de la Barrera sucediendo al estadounidense-salvadoreño Hugo Pérez.

En cuanto al Inter Miami, el partido en el Estadio Cuscatlán marcó el inicio de su primera gira internacional, destacando el estreno del delantero uruguayo Suárez, el último fichaje estelar del club para la temporada actual. El equipo estadounidense, bajo la tutela de ‘Tata’ Martínez, busca consolidarse como una potencia en el fútbol internacional, y este encuentro sirvió como un paso importante en esa dirección.