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Lyn May es una de las actrices más queridas en el medio del espectáculo, sin embargo, su carrera se vio manchada debido a un mal tratamiento estético que la dejó irreconocible. La mexicana tuvo que atravesar por un doloroso proceso con el que intentó revertir el daño.

Liliana Mendiola, como es su nombre real, gozaba de gran fama tanto en la pantalla chica como en el llamado cine de ficheras. Esto gracias a su talento, su manera de bailar, su carisma y sensualidad. Sin embargo, todo esto fue arrebatado por una mujer desconocida en su natal Acapulco.

La vedette participó en diferentes películas como «Tivoli», «Bellas de noche», «Las perfumadas», entre otras; donde cautivó al público con su curvilínea figura y belleza.

La carrera exitosa de Lyn May acabó cuando una mujer le prometió que se parecería a María Félix, esto con un tratamiento que aceptó de inmediato.

“Abusan porque uno es joven o porque uno es inexperto, por sacarte dinero, te dicen que es de lo mejor, ¡pero no es!”, dijo Lyn May en una entrevista para Ventaneando.

 

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¿Cuál fue el tratamiento?

Lyn May relató en entrevista con el periodista de espectáculos Gustavo Adolfo Infante que fue mientras trabajaba en Acapulco, cuando aún era muy joven, que una mujer le ofreció ese tratamiento estético con la promesa de que mejoraría el aspecto de su rostro.

“Según ella me iba a ver muy guapa si me ponía un poquito aquí, un poquito allá, y como una es ignorante”, comentó.

 

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La mujer le dijo que dicho tratamiento la haría lucir más atractiva, pero las consecuencias se presentaron casi un año después. Poco a poco, Lyn May comenzó a sufrir de bolitas y comezón en el rostro que incrementó su tamaño rápidamente.

“Empiezas a sentir esas cositas que te pican, que te dan comezón. Empiezas a sentir la bolita y ya te sale una por acá y otra por allá. Son canicas y además, duras-duras”, dijo. «Al tratarme de quitar las bolitas me quedaba cicatrices en el rostro», detalló.

Indicó que lo que le inyectaron el rostro no era colágeno como le prometieron, se trataba de aceite de cocina.

«Las marcas y el difícil tratamiento me hicieron pensar en el suicidio muchas veces. Mi carrera se acabó, no quería salir a la calle y que las personas me vieran», agregó.

Actualmente, Lyn May de 69 años se mantiene en tratamiento con el que intenta mejorar el aspecto de su rostro y se mantiene vigente como una gran bailarina.

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