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El Real Madrid celebró este domingo su 36º título de Liga en una jornada repleta de emociones y tradición, que se desarrolló desde las primeras horas de la mañana hasta bien entrada la tarde. La entrega del trofeo, llevada a cabo por Pedro Rocha, presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), marcó el inicio de una serie de eventos que culminaron en la emblemática Plaza de Cibeles, donde los jugadores prometieron regresar el 2 de junio con la 15ª Liga de Campeones.

Tras una semana de espera desde la confirmación matemática del título, el equipo blanco recibió el trofeo en un acto privado en la Ciudad Deportiva de Valdebebas. Desde allí, la expedición madridista se trasladó a la Real Casa de Correos en la Puerta del Sol, donde fueron recibidos por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. En su discurso, Ayuso elogió al Real Madrid como «sinónimo de triunfo sin complejos» y expresó su confianza en la consecución de la Liga de Campeones el próximo 2 de junio.

Real Madrid, máximo ganador del futbol español

El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, y el capitán del equipo, Nacho Fernández, también hicieron referencia a la próxima final de la Liga de Campeones durante la ceremonia en la Real Casa de Correos. Pérez destacó la constancia y el sacrificio del equipo, mientras que Nacho expresó su deseo de volver a celebrar en ese mismo lugar con el trofeo europeo.

Después de cumplir con el protocolo oficial en la Comunidad de Madrid, los jugadores se dirigieron al Ayuntamiento, donde fueron recibidos por el alcalde José Luis Martínez-Almeida. Durante este encuentro, surgieron comentarios sobre posibles fichajes, con el nombre de Kylian Mbappé en boca de los presentes. Además, hubo momentos de humor entre los jugadores y el alcalde, a pesar de la rivalidad futbolística entre algunos de ellos.

La jornada culminó con la visita a la Plaza de Cibeles, donde miles de aficionados esperaban para celebrar junto a sus ídolos. Los jugadores se pasearon en un autobús descapotable por las calles de Madrid antes de llegar a Cibeles, donde se vivieron momentos de gran emoción. Luka Modric y Eduardo Camavinga prometieron regresar con la Liga de Campeones, mientras que la afición mostró su apoyo a jugadores como Nacho y Modric para renovar sus contratos con el club.

Uno de los momentos más emotivos fue cuando Nacho, en su primer título como capitán, subió a la Diosa Cibeles para ataviarla con los símbolos del Real Madrid. Este gesto simbólico, realizado en el contexto de la búsqueda de la 15ª Liga de Campeones, reflejó la conexión especial entre el equipo y su afición.