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El Parque de la Paz Carlos «el Pescadito» Ruiz, ubicado en la zona 21 de la ciudad capital, se convirtió en el escenario de un emotivo evento donde el exseleccionado nacional de fútbol, Carlos Ruiz, develó su estatua. Este acontecimiento no solo honra la trayectoria deportiva del máximo goleador de la Selección de Guatemala, sino que también representa un hito en la historia del barrio, transformando un terreno árido en un espacio de recreación y esperanza para la comunidad.

Carlos Ruiz, conocido cariñosamente como «el Pescado», recorrió emocionado el lugar donde solía jugar de niño. Lo que antes era un terreno rocoso, ahora se erige como el Parque de la Paz, equipado con canchas y áreas de esparcimiento para los niños del sector. Con nostalgia y gratitud, Ruiz expresó su sorpresa ante la metamorfosis del lugar que lo vio crecer. «Es un lugar hermoso y lo deben aprovechar todos los niños. En mi época jamás me hubiera imaginado que algo así se pudiera hacer en este lugar», compartió emocionado.

Carlos «Pescadito» Ruiz Inmortalizado en el Parque de la Paz

El momento culminante llegó con la revelación de la estatua de Carlos Ruiz, quien estuvo acompañado por su hija Luna y su esposa Sofí. La réplica del legendario futbolista, eternizada en bronce, se erige como un símbolo de inspiración y superación para las generaciones venideras. «Estoy muy emocionado y tengo que agradecer a muchos de los vecinos que vinieron porque todos me apoyaron para conseguir mis sueños», expresó con una sonrisa radiante.

La ceremonia atrajo a una multitud de niños y adultos, quienes esperaron con paciencia para obtener la firma de Carlos Ruiz en sus camisetas y capturar fotografías junto a su ídolo. El gesto cercano y humilde del exfutbolista evidenció su compromiso con la comunidad y su deseo de inspirar a las futuras generaciones.

Después de más de tres horas de interacciones y muestras de cariño, Carlos Ruiz se despidió de los presentes, dejando un legado imborrable en el Parque de la Paz. Este espacio, ahora adornado con la estatua de «el Pescadito», servirá como recordatorio de que los sueños pueden hacerse realidad, incluso en los lugares más inesperados. La historia de Carlos Ruiz inspirará a los jóvenes a perseguir sus metas con pasión y determinación, recordándoles que el éxito es posible, independientemente de los desafíos que se presenten en el camino.