Un mensaje circuló en redes sociales en el Día de los Inocentes sobre nuevas medidas presidenciales para las celebraciones de Año Nuevo.
La imagen hacía uso de los logos institucionales del Gobierno de Guatemala, por lo que por medio de sus redes social, el Gobierno desmintió nuevas disposiciones.
En el aviso, que se hizo viral de manera fugaz, se detallaba al final del texto la leyenda «Feliz día de los inocentes».
No obstante, el Gobierno de Guatemala aclaró que se trata de información falsa que circula en medios digitales.
«Recuerda consultar los medios oficiales del Gobierno de Guatemala», agregó.
#Importante | Circula en medios digitales información falsa sobre disposiciones presidenciales. Recuerda consultar los medios oficiales del Gobierno de Guatemala. pic.twitter.com/FsYMpRXAuG
— Gobierno Guatemala (@GuatemalaGob) December 28, 2021
Origen del Día de los Inocentes
Cada 28 de diciembre, las personas «se juegan» todo tipo de bromas para celebrar «el día de los inocentes».
En algunos países, como en México, circulan una basta cantidad de «noticias falsas», por lo que las autoridades alertan a la población a evitar «caer por inocente».
«Inocente palomita que te dejaste engañar», es la frase con la que se concluye más comúnmente cualquier artificio.
Aunque se debate el origen de dicha tradición, esta puede surgen en hechos religiosos.
Para la iglesia católica, en esta fecha se conmemora un hecho muy trágico ocurrido en Belén tras el nacimiento de Jesús.
El rey Herodes de Judea ordenó matar a todos los niños menores de dos años en su búsqueda por deshacerse del «Hijo de Dios».
Según algunos autores, la tradición de hacer bromas cada 28 de diciembre puede tener su origen en la denominada Fiesta de los locos.
La fiesta de los locos era un regocijo lleno de sacrilegios e impiedades que los clérigos, diáconos y sacerdotes celebraban en algunas iglesias, señalan varias literaturas.
Según se detalla, durante el oficio divino, los participantes entraban enmascarados, vestidos de bufones y en trajes de mujeres. Danzaban en la nave y en el coro, cantando chanzonetas disolutas; comían carne sobre el borde mismo del altar al lado del sacerdote que ofrecía el sacrificio.
Dicha actividad, que se realizaba en la edad media, era celebrada entre las fiestas de Navidad hasta la de Reyes.
