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La tenista checa Barbora Krejcikova ha vuelto a brillar en el escenario del tenis mundial al proclamarse campeona de Wimbledon, derrotando a la italiana Jasmine Paolini en una final reñida que terminó con marcador de 6-2, 2-6 y 6-4. Este triunfo marca el segundo título de Grand Slam en la carrera de Krejcikova, tres años después de su primera victoria individual en Roland Garros en 2021.

Krejcikova, conocida por su gran habilidad en la cancha y su mentalidad ganadora, había encontrado el éxito en dobles, acumulando cuatro títulos de Grand Slam. Sin embargo, la victoria en Wimbledon representa un retorno al éxito individual que no había experimentado desde París. La final contra Paolini fue un testimonio de su tenacidad y capacidad para enfrentar la presión en los momentos cruciales.

Krejcikova cumplió con los pronósticos

La final comenzó con un claro dominio de Krejcikova en el primer set. Paolini, quien estaba disputando su segunda final de Grand Slam consecutiva tras Roland Garros, se mostró nerviosa y perdió su servicio en dos ocasiones, sin poder generar oportunidades de ‘break’ contra la checa. El primer set fue un paseo de poco más de media hora para Krejcikova, quien se impuso 6-2.

En el segundo set, Paolini encontró su ritmo y comenzó a desafiar a Krejcikova. Con una determinación notable y una mejora en sus intercambios, la italiana se llevó el set 6-2, igualando la final y generando expectativas de una resolución dramática.

El tercer set fue una batalla de nervios y estrategia. Krejcikova mantuvo un servicio sólido, perdiendo solo un punto en sus primeros cuatro turnos al saque. Paolini, por su parte, comenzó a tener problemas con su servicio, y finalmente cedió un ‘break’ crucial con el marcador 3-3. Aunque Krejcikova cometió algunos errores no forzados que dieron vida a Paolini, la checa se mantuvo firme y cerró el partido en su tercer punto de partido, llevándose el set decisivo 6-4.

Al término del partido, Krejcikova no pudo contener su emoción. «No tengo palabras para describir esto, es simplemente increíble que haya pasado. Es el mejor día de mi carrera y de mi vida», declaró la nueva campeona de Wimbledon.

Para Jasmine Paolini, la derrota en Wimbledon, sumada a la de Roland Garros, marca un doblete de decepciones en finales de Grand Slam. A pesar de ello, la italiana ha demostrado una notable mejora en su rendimiento, alcanzando niveles de juego que la han llevado a disputar las finales de dos de los torneos más prestigiosos del mundo. Paolini, que hasta antes de Roland Garros nunca había pasado de los octavos de final en un Grand Slam, se consolida como una de las tenistas más prometedoras del circuito.

A pesar de no llevarse el título, Paolini se mostró positiva. «Los dos últimos meses han sido increíbles para mí. He tratado de sonreír, porque quería recordarme que hoy sigue siendo un buen día», expresó tras la derrota.