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El Juzgado de Primera Instancia Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente de Chimaltenango resolvió este jueves 13 de junio ligar a proceso penal y enviar a prisión a Emily Alejandra Ordóñez Coronado, madre del niño de cuatro años que falleció a consecuencia de golpes.

La mujer fue capturada ayer, en virtud de que se giró una orden de aprehensión que derivó de la investigación que desarrolla la fiscalía por el fallecimiento de su hijo, Rudy Francisco Baches Ordóñez.

El departamento de Información y Prensa del Ministerio Público (MP) informó que, por medio de la Fiscalía de Distrito de Chimaltenango, logró que el juzgado dictara auto de procesamiento contra esta persona por los delitos de parricidio y obstaculización a la acción penal.

“En virtud de los indicios presentados ante el órgano jurisdiccional, la sindicada también deberá permanecer en prisión preventiva, durante los tres meses que fueron fijados por el juzgado para que se finalice la investigación”, destacó la oficina.

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Padrastro implicado en muerte de niño

La versión de la madre del menor llamó la atención y generó incertidumbre en la población, pues relató que desconocidos le arrebataron a su hijo en un sector de Sumpango y posteriormente lo abandonaron golpeado en la vía pública.

Ella lo trasladó a una estación de bomberos en Chimaltenango, supuestamente apoyada por un motorista que pasaba por el sector. En ese lugar los socorristas confirmaron el deceso del pequeño.

El Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) confirmó que el cuerpo de la víctima presentaba varias lesiones y la causa específica de muerte es perforación pulmonar.

El MP avanza en la investigación del caso para lo cual desarrolló esta semana un operativo en un inmueble ubicado en El Tejar, Chimaltenango, donde se localizaron distintos indicios, entre estos, sábanas con manchas de sangre y prendas de vestir de la víctima.

También en una pared interior de la residencia familiar se encontró manchas de sangre, las cuales fueron documentadas.

Asimismo, se secuestró un casco para motorista y una motocicleta propiedad del padrastro del infante, quien es el principal sospechoso del crimen.